Desarrollar la Creatividad 11

Desarrollar la Creatividad, es poder sentir el placer de jugar con las ideas, regocijarse con la libertad mental.
Jugar con las ideas, es poder sentir que la cabeza está vacía, disponible para todo tipo de movimiento libre, que hay una amplitud infinita en la que las ideas se divierten.
Es como el vuelo libre de un ave, que se deja llevar por las corrientes de aire, que la hacen subir y hacer giros, y después se desliza suave y plácidamente sostenida por la inconsistencia del aire.
Es como el agua, que se mete por todos los recodos que existen, que se filtra por las aberturas invisibles que van quedando entre las piedras, o que misteriosamente desaparece en las grietas que hasta ese momento eran imperceptibles. Ese agua que sin dificultades ni cuestionamientos va fluyendo por los espacios que existen, como si una muy pequeña hendidura fuera el máximo espectáculo y oportunidad para conectarse con el máximo de los premios.
Jugar con las ideas es la libertad absoluta. Pero no jugamos con las ideas, las dejamos jugar solas, evitamos querer controlar con nuestro Hemisferio Izquierdo del cerebro toda actividad o camino que nos parezca adecuado.
Jugar con las ideas es conectarnos sin consciencia con un mundo que no existe, dejándolo que no sea, aunque esté presente. Es un mundo insustancial, y que seguramente no dura más que el instante en que no lo percibimos.
Jugar con las ideas, es dejarlas que jueguen. Jugamos el juego de dejar jugar, sin preocuparnos por aquello que pueda suceder. Es el abandono. Es el dejar que se juegue y el jugarnos.